Hace unos meses, cuando el gris de Lima te obligaba a invernar bajo toneladas de frazadas, buscábamos una película interesante entre las 465 sugerencias de Netflix, hasta que dimos con «The Eagle Huntress»(La niña cazadora con águilas).
-¿Te provoca ver eso?
– ¿Qué es ?
– Parece una especie de documental sobre una niña que cría un águila.
– Mmm…
– Puede ser bonito, es en Mongolia.
– Ohh Mongolia!
– Ok, vaooo!
La trama :
La star Aisholpan
Aisholpan, una niña kazaja de la región del Altai (al oeste de Mongolia), tiene un sueño: convertirse en una cazadora con águilas. Durante generaciones, los hombres de su familia han sido cazadores y ahora ella quiere seguir sus pasos. ¿Cómo logrará Aisholpan cumplir su sueño y participar en el famoso Festival Anual de Cazadores de Águilas Doradas?
Suena un poco dramático pero, a pesar de las polémicas que rodearon su lanzamiento, la película ofrece una buena visión general de esta tradición ancestral, del festival y, sobre todo, de la belleza de los paisajes de Mongolia. Sabíamos que Mongolia era un “must” en nuestro viaje, así que, por curiosidad, nos animamos a buscar las fechas del festival para este año y, voilà… aquí estamos, en la decima-novena edición del Festival Golden Eagle Hunter en la ciudad de Olgii.
Le festival se tient à Olgii en Mongolia occidentale
Para entender un poquito, es una especie de campeonato que se realiza anualmente desde 1999, con el fin de que los cazadores con águilas de la zona se reencuentren y también para promover las tradiciones kazajas. Lo más destacado, por supuesto, es la competencia de los cazadores con águilas (o localmente llamados como Burkitshi) quienes deben demostrar sus hazañas de caza con el águila.
El programa 2018 :
Día 1 :
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Desfile de participantes
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El llamado al águila
El cazador elige una «zona de aterrizaje» para el águila que está ubicado en la cima de una colina cercana. El número de puntos ganados depende de la distancia y la velocidad con la que arriba el águila a su dueño.
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Carrera de camellos
Es una carrera pero con ¡camellos! Es un poco desordenado pero es bastante divertido verlos.
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Kyz Kuar (“La caza de mujeres»)
Es una competencia entre una mujer y un hombre (ambos en caballo), donde el hombre persigue a la mujer y cuando este se acerca, ella debe alejarse de pegándole con un látigo. Bastante romántico…
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Concurso de arco y flecha
Los mejores arqueros de la región deben derribar una especie de bolas de mimbre ubicadas a varios metros de distancia.
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Tiyn Teru
Ágiles jinetes deben atrapar varios objetos (tradicionalmente monedas) del suelo lo más rápido posible.
Día 2:
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Cazar una piel de zorro
El cazador (montando caballo) arrastra una piel de zorro que el águila, desde la cima de una colina, debe atraparla. La precisión, el tiempo de reacción y la velocidad del águila se toman en cuenta para el puntaje recibido.
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Concurso de Kokpar (o Bouzkachi)
Es un juego tradicional de Asia Central, algo así como un polo, que se juega en equipos y consiste en que los jinetes deben atrapar un cadáver de oveja y llevarlo a un lugar específico para marcar un «gol». En el caso del festival, se hace una versión simplificada, entre solo dos jinetes y después de varios jaloneos, el que logra quedarse finalmente con el cadáver gana. Ya se imaginaran como termina el cadáver de la ovejita…
Cuales fueron nuestras impresiones sobre este festival?
Entre tradiciones et modernidad
Obviamente, ofrece una buena visión general de las costumbres kazajas de esta parte de Mongolia pues se nota que como los juegos/deportes tradicionales son todavía practicados y valorados por la población. Asimismo, atrae a los cazadores de águilas de toda la región siendo un buen motivo para reencontrase entre compañeros, demostrar su talento y , por supuesto, volver a casa con un hermoso trofeo ( y dinero).
Un poquito mas cerca, por favor
Pero nos dio la impresión que el festival parecía un poco un espectáculo turístico. Escuchamos de algunos locales que el festival había perdido su espíritu original de ser un reencuentro amical entre los cazadores de la región, donde el ganador era designado por consenso y para homenajear a un cazador mayor. Hoy en día se trata de ganar, la competencia se ha vuelto mucho más feroz y el evento mucho mas comercial, perdiendo su esencia. Además, desde la estética, es un manjar para cualquier fotógrafo (como lo fue para nosotros), pero algunos turistas desesperados por buenas fotos se comportaron de una manera muy invasiva e irrespetuosa con los participantes.
El respecto a los animales
Otro punto importante es que antiguamente los cazadores respetaban un tiempo de 5 años (máximo) para luego liberar a su águila (las águilas pueden vivir entre 20 y 35 años en la naturaleza). Pero, lamentablemente, varias fuentes nos confirmaron que son pocos quienes respetan este tiempo. Esto quizá no sea muy «ético» desde nuestro punto de vista, pero para ellos implican años inversión (económica, tiempo y esfuerzo) en la crianza del ave, además resulta difícil la separación ante la fuerte complicidad que se genera entre el cazador y su ave. Afortunadamente, los cazadores que conocimos tenían un verdadero respeto por sus aves y las cuidaban muchísimo, considerándolas como sus grandes compañeros de caza y con los que viven varias aventuras en las montañas.
En conclusión
el festival nos dejó con sentimientos encontrados… pero pensamos que puede ser una buena oportunidad para ver varias de las tradiciones locales siempre y cuando asumas que veras a varios turistas malcriados! Al final todos somos turistas, pero ten cuidado de convertirte en uno de esos turistas etnocéntricamente faltosos.
Bonus track… detrás de las cámaras!!
En resumen
Nos gustó:
- Conocer varias de las tradiciones locales en solo dos días y también ver la diversidad de artesanía kazaja. Se arma una especie de mercadillo improvisado con muchos vendedores y artesanos que vienen especialmente para el festival, encontrado bonitas cosas y a mejor precio que en las tiendas en la ciudad. Acuérdate que siempre puedes negociar los precios! (si eres peruano, te irá bien 😉
- La posibilidad de conocer a los cazadores de águilas.
Realmente no nos gustó:
- El comportamiento de algunos turistas / fotógrafos.
- La falta de organización del evento a pesar de la popularidad que ha tenido en los últimos años y a pesar del monto de la entrada.
- La falta de alojamiento en Olgii (los hoteles no dudan en agrupar a los turistas hasta 5 o 6 en una habitación, sin importar si viajan juntos o no)
- Repudiamos a un joven local que estuvo todo el festival con un lobo encadenado y que cobraba por foto. Si lo ves, no lo promuevas tomándote foto!
Información útil:
Cómo llegar:
- Para llegar a Olgii, puede tomar un vuelo local desde UB con Aero Mongolia y Hunus. AeroMongolia parecía muy buena y con aviones modernos. Son un poco caros en temporada alta, por lo que es mejor comprar su vuelo con anticipación. Atención, sus aviones son pequeños y en ambas líneas, solo puede transportar 30 kg, incluido el equipaje de mano (y no es posible negociar).
- También puedes tomar el autobús, mucho más barato pero obviamente mucho más tiempo (aproximadamente 2 días)
- También es posible llevar un conductor con una camioneta en una agencia de la UB.
- Última opción, el caballo o el camello, pero como te dijimos, es una historia diferente.
- La entrada (incluidos los 2 días del festival) es de 30 US$.
Una vez allí:
- Posibilidad de tomar una guía pero también puedes ir al festival en taxi.
- Si prefieres ir a través de una agencia local, recomendamos Western Altai, la agencia de nuestro amigo Taskhyn que sin duda transmitirá la pasión de su región y su país.
Qué traer:
- El festival que se celebra a fines de setiembre o principios de octubre, las temperaturas pueden comenzar a ser bastante bajas y especialmente el lugar del festival puede ser muy ventoso. Al final del día pasado de pie sin mucho movimiento, comienza a enfriarse. Lleva tu banquito y anda temprano para agarrar un sitio con buena vista!
- Una buena cámara con un buen zoom porque es cierto que el evento es bastante fotogénico, pero recuerda evitar ser demasiado invasivos y respetar siempre a los cazadores (incluso algunos pueden pedirte dinero para obtener una foto).
