China Mongolia

El Trans Mongolian : Ulan Bator – Beijing

en
noviembre 1, 2018

Si estas en Mongolia y quieres bajar a China, te recomendamos hacer el viaje en el TransMongolian. Es toda una experiencia pero necesitas tiempo ya que el viaje toma unas 30 horas para llegar desde Ulan Bator, la capital de Mongolia, hasta Beijing, la capital de China. Puedes hacerlo también en la otra dirección empezando desde Beijing.

Si partes de UB, el tren parte a las 7 am de la estación principal de UB. Tienes opciones para viajar en primera y segunda. La diferencia entre ambas, aparte del precio, es que en primera cuentas con un cabina con camarote solo para 2 personas, un pequeño sofá y baño privado (bueno, en realidad semi-privado porque compartes con la cabina de al lado).También al llegar te dan una bolsita con las fundas limpia para tu cama con toallas, un par de audífonos que parece de locutor profesional, y un termo para conservar tu agüita caliente. La cabina de segunda tiene 2 camarotes para 4 personas y un solo baño para todo el vagón. Mucho depende de tu plan de viaje y con la cantidad de gente que viajes. Si es una familia te conviene la segunda clase. Los vagones cuentan con ducha  en los baños y una pequeña cocinita y mini refri para guardar comida, en caso lleves tu rancho.

Después de pasarnos casi un mes compartiendo la misma habitación con varias personas, decidimos darnos un lujo e irnos en primera. Quizá fue la época que fuimos (fines de octubre) pero el tren estaba casi vacío, así que si viajas en esta época en segunda clase probablemente no compartas cabina con otras personas (pero eso nunca se sabe con seguridad).

El tren no es para nada nuevo pero está bien conservado y decorado de una manera tan kitsch que llega a ser encantador, con alfombras en el piso, cortinas y edredones con bobos y rosados. Las terramozas (así se dice?) estaban impecablemente uniformadas. El restaurante es realmente una monada, parece una escena de una película de Wes Anderson (gracias por la observación, Ortu!) con cortinas rosadas y con unos mozos muy peculiares, unos personajes.

El viaje se hace más bonito si te llevas una botella de vino y un buen libro para el camino. Leer en el tren es un placer pues de cuando en cuando levantas la cabeza para ver por la ventana y te ganas con los hermosos paisajes, sobre todo por el lado de Mongolia. La comida del restaurante es bastante cara y no es la mejor (como la comida, en general, en Mongolia) por eso te recomendamos llevar tu propia comida o algunos sanguchitos. Hay algunas pocas paradas de 15 minutos en el camino donde puedes comprar comida en algunas estaciones pero no te confíes mucho de esto. Cada vagón también cuenta con un caño de agua caliente parta tu tesito o para tu sopa ramen recontra artificial que te puede salvar del hambre.

Cruzando la frontera

La parte pesada del viaje es cuando llegas a la frontera con China, mas o menos, a las 9 pm del primer día. Te obligan a bajar del tren para pasar por migraciones, pero para uno que no entiende nada, resulta un poco confusa toda la movida de dejar tus cosas o bajar con todo tu equipaje. Yo como buena peruana y un poco desconfiada bajé con todas mis cacharpas pero luego nos dimos cuenta que no era necesario. Basta que bajes con tu maletín de mano o con tus documentos y nada más. Haces cola con toda la gente del tren y es allí donde te das cuenta que el tren no estaba tan vacío como pensabas… y seguramente encontrarás a más de un francés, porque nuestra conclusión de todos los lugares que viajamos es ¡que están en todas partes! (si o no, Alban?).

Pasas con un funcionario que te revisa detenidamente tu visa y si todo está OK, te ponen tu sello. Luego (la peor parte) tienes que esperar unas 4 horas en migraciones. Felizmente hay varias sillas pero es bastante aburrido y ni siquiera hay restaurantes solo algunos vendedores ambulantes que se acercan a la puerta para venderte frutas, snacks y cervezas. Lo bueno es que tienes tiempo para conversar con los otros franceses, digo, otros viajeros del tren. Por fin, a la 1 am, puedes volver a tu misma cabina en el tren para continuar el viaje.

Y ¿por qué tantas horas de parada? Imposible saber claramente qué pasa tras de bastidores durante esas 4 horas de espera. Investigado un poco, nos dicen que es porque al entrar en China los chinos debe revisar detalladamente el tren para revisar si no hay productos escondidos de contrabando o quizá algunos viajeros ilegales. También deben sacar el vagón mongol del hermoso restaurante rosado (bu…) para poner el vagón restaurante de los chinos, que realmente, parece la cocina de una cárcel. El cambio es drástico…

Bienvenido a China

Cuando entras a China el paisaje cambia notablemente: ya no ves paisajes desolados con caballos u ovejitas, sino pura construcción, puentes, mega edificios, represas, cemento y mas cemento… y las estaciones de tren en el camino son súper modernas. Incluso ves más gente en la calle, ya que pasamos del país con la menor densidad demográfica al país con mayor población en el mundo… ¡con razón! Es loco que solo cruzando una frontera haya tanto contaste entre un país y otro. Incluso viendo la gente por la ventana, los rasgos físicos entre mongoles y chinos son claramente diferentes. OJO, dato histórico si no has visto Marco Polo en Netflix: los chinos y los mongoles han sido enemigos durante varios siglos.

on las 2 pm del día siguiente y ya hemos llegado a Beijing. Empiezan los controles y la presencia de cámaras por todas partes. Te observan. Y todo es … GRIS!! Como en Lima en invierno, pero peor. Hay una constante neblina que de verdad no es neblina sino es polución. Bienvenido en uno de los países con mayores índices de contaminación en el aire del mundo! Empieza a sacar tu mascarilla…

Pero habrán muchas cosas buenas también en China y estamos listos para descubrirlas Definitivamente amamos Mongolia y sabemos  que nos marcó quizá por ser el primer país con el que empezamos nuestro viaje por Asia, o por su hermosa gente o por sus paisajes sin fin.

Ahora estamos listos para una nueva aventura en un país diferente y con gente muy diferente.

N-ijao, China!!!!.

En conclusión

Un viaje largo, sobre toda la parada de 4 horas, pero para nosotros valió la pena toda la experiencia.

Nos gustó:

  • Viajar el tren es bonito porque puedes disfrutar los paisajes desde la comodidad de tu ventana. Eso fue bonito, sobre todo la parte que estas en Mongolia.
  • Es bastante seguro.
  • Las cabinas de primera clase son bien cómodas.
  • El bonito del restaurante del tren, pero solo cuando es mongol.

Realmente no nos gustó:

  • Cuando restaurante pasa ser chino.
  • A pesar de ser un tren en el que la mayoría de pasajeros son extranjeros, ninguna de las terramozas hablaba ingles. Esto hacia un poco frustrante la comunicación; sobre todo cuando llegabas a la frontera con china y no sabes qué hacer o qué va a pasar.
  • Cada vez que el tren paraba no podías usar el baño.
  • El restaurante en general (chino o mongol) es caro y la comida no es tan rica.
  • Definitivamente, lo peor fueron las 4 horas de espera en migraciones para entrar a China.

Información útil:

Comprar los tickets del Trans Mongolian:

  • Para comprar tus tickets debes acercarte a la estación principal de tren, en el segundo piso. Nadie habla ingles así que ten preparado un papel escrito en mongol que diga que quieres comprar tren a Beijing y especificando la clase y fecha. A veces puedes tener suerte y encontrar alguna persona en ventanilla que entienda un poquito de ingles, peor mejor anda preparado. Hay agencias de turismo en UB que pueden comparar tu tren pero seguramente te cobraran alguna comisión. Debes mostrar tu pasaporte.
  • El día de tu viaje, anda con unos 40 minutos de anticipación para estar tranquilo. A nosotros nos tomó casi media hora descubrir cual era nuestro vagón.
  • Precio: 180 US$ por persona (primera clase). Puedes pagar con tarjeta de crédito o cash.
  • Los trenes no salen todos los días. Fíjate bien las fechas y días en la estación.

Qué traer:

  • Baja el google translator el traductor chino simplificado-ingles, que lo puedes usar sin conexión a internet. Te va a servir cuando llegues a Beijing.`
  • Recomendamos llevar tu propio alimento. Lo mas fácil es fruta e insumos para hacer sanguches (queso, jamón, etc.). Algo muy común aquí es viajar con tu sopa ramen en envase a las que solo les echas agua y listo (aunque no es amigable con el medio ambiente ni tampoco con tu cuerpo). Si no pudiste comprara comida, no te preocupes, igual podrás comer en el restaurante del tren pero es caro.
  • Tu botella de vino (y saca corcho). Nosotros la disfrutamos mucho. Pero escóndela de la terramoza porque en teoría esta prohibido beber alcohol en el tren.
  • No tienes que traer agua  cuentas con agua fría bebible y agua caliente en cada vagón.
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1 Comment
  1. Responder

    LUIS CHAU

    diciembre 19, 2018

    Entusiasmado con su llegada a China. Buena suerte en su nueva aventura!

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